Empezamos nuestro recorrido por Kuartango subiendo hasta la ladera sur del Pico Marinda (986 m). Allí vamos a conocer algo que entristece, pero al mismo tiempo admira: ¡un fósil románico! Suponemos que ese especimen no está recogido en los textos de Historia del Arte, pero existir, ¡existe! A las pruebas nos remitimos. (Esperamos que nadie se moleste porque nos acerquemos a estos restos echándole un poquito de humor).
Marinda era un pueblo que, situado en la solana del Pico, llegó a tener cuarenta y cuatro habitantes en el siglo XIX, pero su censo fue decayendo con rapidez y ya en 1912 se le consideró como despoblado. Salvadas algunas partes de los equipamientos del templo (campanas, sagrarios, partes de un retablo...) por traslado a pueblos cercanos, allí quedó la iglesia, que ha sobrevivido más de un siglo, tan recia ante ataques de todo tipo y tan mimetizada con el entorno que no exageramos al calificarla de "fósil románico".
Así veíamos la pasada primavera el Pico y, a la izquierda, nuestra reliquia |
Con los primeros soles primaverales nos hemos acercado hasta el mortuorio. No ha sido fácil llegar hasta la colina en que se asienta la iglesia: rodeada, al sur, de prados vallados, hay que dar, al poco de cruzar el río, con algún paso practicable en las cercas que nos permita acercarnos campo a través. |
El encuadre no puede ser más idóneo, vista desde el norte y con la sierra de Arkamo al fondo |
Cumplidos cien años de su abandono, parece gritar: "¡Resistiré!..., aunque sea con estos pelos" |
Entramos por la puerta del muro norte y encontramos esa cabecera y primer tramo de la nave, con una bóveda digna de exposición. |
En el muro sur encontramos "el vestigio más importante del templo: su sobria portada, de inspiración cisterciense"(ERPV). |
En el hastial de poniente se abre un estrecho vano, a modo de saetera, similar a los que también aparecen en las fachadas de levante y meridional. |
Esta copa, después de rodar durante décadas por ribazos y jardines, fue cedida por el Ayuntamiento de Kuartango para su exposición permanente en el Centro de Interpretación EL ROMÁNICO EN ÁLAVA, en Estibaliz, donde ocupa un lugar de honor a la entrada. Es probable que después de conocer la existencia este 'fósil románico' a muchos les invada la cólera. "Pero, ¿cómo se puede consentir que esos monumentos terminen en ese estado?", dirá más de uno. Si no hay habitantes que los valoren y los cuiden, ¿se puede esperar mejor futuro por muy singulares construcciones que sean? La mejor respuesta nos la van a ir dando los kuartangueses del siglo XXI: son ejemplo de amor y cuidado de su gente (y de la de otras partes del mundo), de sus casas, sus iglesias y ermitas, su valle, su naturaleza... ¡UN TESORO QUE YA ESTAMOS TARDANDO EN DESCUBRIR!
Más información:
www.elromanicoenalava.es
AA.VV., Catálogo Monumental. Diócesis de Vitoria (CMDV), t.VII,(1995), pp. 695-699.
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