Desde nuestra anterior visita a Villamaderne y Bellojín, retrocedemos unos kms. dirigiéndonos hacia el norte por la "carretera del Señorío" y, antes de llegar a Osma, nos desviamos a la derecha para llegar a KARKAMU, hasta hace poco más conocido como Cárcamo.
Dominando el conjunto del pueblo se encuentra la iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción, que fue parroquia del pueblo, pero actualmente es solo un vestigio del pasado: se encuentra en estado de ruina. (Foto: Ibon Sz. Olazagoitia, ISO).
Aún se mantienen en pie gran parte de sus muros, y en ellos canecillos diversos.
Ermita de San Juan Bautista
Situada en pleno centro urbano, es la actual iglesia del pueblo. Restaurada en los años setenta del siglo pasado, mantiene las características de la construcción primitiva. "Fechable en la primera mitad del siglo XII, el edificio se compone de una nave y una cabecera semicircular más estrecha, construida con sillares potentes y regulares" (GRAT). (Foto: ISO).
"La portada está formada por un arco de medio punto con tres arquivoltas: la central se decora con bolas, mientras que las otras se presentan de una forma muy sencilla, con simples acanaladuras y molduras que le dan cierto dinamismo. Carece de columnas en las jambas" (ERPV). (Foto: ISO).
"La cubierta del ábside, este de menor altura que la nave, está realizada con lastras de pizarra, mientras que el resto del edificio queda cubierto por teja más moderna" (ERPV). (Foto: ISO).
"En el ábside se halla un ventanal con una decoración muy trabajada que resguarda una estrecha saetera de menor tamaño con respecto a la parte trasera. Este vano está compuesto de un arco de medio punto con taqueado y tres medias bolas. Las impostas también están decoradas con el taqueado y se apoyan sobre dos columnillas con capiteles" (ERPV). (Foto: ISO).
"Bajo la cubierta, en la parte del ábside, discurre una cornisa con ajedrezado... (Foto: ISO).
... En los canecillos del alero representan figuras humanas, animales y bolas, siendo los del ábside más esbeltos y muy variados" (ERPV). (Foto: ISO).
"Al acceder al interior del edificio, puede observarse la anchura de los muros, que parece exagerada para una construcción de tan poca altura y sin apenas vanos. La nave queda cubierta con bóveda de cañón reforzada por arcos fajones con imposta modulada, mientras que el ábside tiene bóveda de horno.
A la cabecera se accede mediante un arco de medio punto cerrado a modo de arco de herradura, marcando la diferencia del presbiterio.(...) El arco exterior y de mayor tamaño se apoya sobre dos columnas exentas... (Foto: ISO).
... En ellas encontramos dos capiteles, el de la izquierda, historiado, representa un hombre acechado por un felino, tal vez recordando el pase de Daniel (Dan 6, 23-42), en el que es llevado ante los leones... (Foto: ISO).
... El de la derecha tiene motivos vegetales formados por grandes hojas planas, entre las que sobresalen, en la parte superior, dos pequeñas cabezas, una de serpiente y otra de otro animal, que nos muestran sus dientes; en la parte inferior, una cabecilla redondeada antropomorfa y otra de un felino" (ERPV).
Por último también hemos de reseñar el hallazgo -durante la restauración citada- de un sillar con inscripción con el lema "el año 1150 el Cister vino". "Nos pone sobre la pista de un misterioso pasado que las crónicas y los documentos no han podido confirmar" (GRAT). Dicha pieza arqueológica se encuentra expuesta en el muro interior próximo a la portada. (Foto: ISO).
Y de Karkamu retrocedemos hacia el sur, volviendo a seguir el curso del Omecillo. Por la citada "carretera del Señorío" cruzamos Espejo, dejamos a la izquierda la desviación hacia Tuesta -será nuestra próxima visita- y, antes de llegar a Bergüenda, tomaremos la desviación a la derecha hacia BACHICABO.
La iglesia de San Martín de Bachicabo "destaca por su altura y sus dimensiones, acordes con la torre campanario. Por su gran altura, los contrafuertes y los escasos vanos en los muros, podríamos imaginar que se trata de una iglesia fortaleza" (ERPV). (Foto: ISO).
"Las ventanas abocinadas, de estilo renacentista, están formadas por dos estrechas arcadas de medio punto y un pequeño lóbulo sobre estas. Una de ellas se complementa con una decoración figurativa, compuesta por tres cabezas que parecen ser testimonio de la antigua ornamentación románica. Se trata de cabezas con rasgos muy rígidos, según las características románicas, y bastante erosionadas" (ERPV). (Foto: ISO).
"Bajo la cubierta hay tres canecillos, que sobresalen a modo de gárgolas muy deterioradas, que representan motivos animalísticos de difícil definición" (ERPV).
(Foto: ISO).
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